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| Antony Gormley - "Open Gaze", 2016.
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Es la maestría para construir desde el cuerpo imaginado, la maestría para construir un discurso plástico que confronta el vacío y el espacio. Es la maestría para edificar figuras humanas que se desvanecen en cubos de adulación geométrica.
“Sculpture, in stillness, can transmit what may not be seen"
La práctica escultórica de Antony Gormley [London, 1950], ha pasado de la experimentación con la postura humana para trasladarse a la geometría de la abstracción, a la abstracción de esas mismas posturas que se dispersan en el juego de la ocupación del espacio. En ocasiones trabajando con formas materializadas en su tridimensionalidad tangible, y en otras con sugerencias que detallan el ambiente que ocupan de manera sigilosa y sutil a través de cubos vacíos. La estética de sus formas humanas es elemental en su deconstrucción pero directa al espectador, a pesar de evadir el detalle de los rostros, la interpretación del desasosiego en sus esculturas pareciera un acto evidente.
Los años de la década de los 1980s y 1990s son años en que Gormley navega por las circunstancias del cuerpo en estado de reposo físico pero no mental, su exploración de las emociones contenidas en empaques de figura humana parecieran el mensaje central de su obra, y desde temprano se comienza a evidenciar. “Moment” y “Plateau” de 1985, desarrollan dos ideas que prevalecerán a lo largo de su carrera en sus esculturas. La suspensión del tiempo y la angustia del cuerpo sujeto al momento. En “Moment” por ejemplo, el personaje pareciera ser abducido por el ambiente: en puntas de pie con los hombros y rostro ligeramente echados atrás mira al cielo en espera de volar; se siente el vacío, mismo que se observará más tarde en “Critical Void” de 1993 y “Air I” de 1994. Por otro lado en “Plateau”, la tensión pasa a la contención del movimiento, el personaje aparece en sujeción corpórea, pareciera que sufre por intentar liberarse de una postura que yace fija al suelo. Su cuerpo recostado y firme se mantiene perpendicular a la cabeza que intenta liberar la forma imantada del ser. Esta misma angustia se observará en “Sheer” de 1991 para por fin liberarse en “Construct I” de 1996, aquí las fuerzas se expanden con la extensión de los brazos y la separación de piernas, entre ellas y del suelo. Es un despertar en vitalidad.
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| Antony Gormley - "Moment", 1985.
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| Antony Gormley - "Plateau", 1985-1986.
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| Antony Gormley - "Critical Void", 1993.
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| Antony Gormley - "Air I", 1994.
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| Antony Gormley - "Sheer", 1991.
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| Antony Gormley - "Construct I", 1996.
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Son los años del cambio de milenio, son los 2000’s cuando comienza el juego de la fragmentación, el cuerpo se asume estelar y contenedor energético dando pauta a una concepción que se despoja de la figura para volverse una entidad absorbente y difusora de flujos de luz simulados, tal como ocurre en “Quantum Cloud IX” de 1999 y “Capacitor” de 2001. Las obras se llenan de un temperamento terrenalmente solar en su concepción, como en “Domain I” de 1999 y “Under my Skin VII” de 2002. La experimentación plástica está en su máximo por encontrar la deconstrucción más instintiva en su viaje de anotación estética, el cuerpo también se asume molecular y se asume atrapado a sus burbujas de sufrimiento químico: “Bodies at Rest I”, 2000. Es una década donde más importante que la utilización de la postura, fue la revelación de una existencia asumida que es posible trazar desde la sugerencia de una silueta esencial. Para 2006 aparece “Loss” y “Distillate V” en 2007, esculturas donde se ensaya la elaboración de la figura humana con una visión que deja atrás su naturaleza orgánica, visión que prevalecerá como la más notable del artista.
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| Antony Gormley - "Quantum Cloud IX", 1999.
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| Antony Gormley - "Capacitor", 2001.
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| Antony Gormley - "Domain I", 1999.
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| Antony Gormley - "Under my Skin VII", 2002.
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| Antony Gormley - "Bodies at Rest I", 2000.
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| Antony Gormley - "Loss", 2006.
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| Antony Gormley - "Distillate V", 2007.
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Comienza la década de los 2010’s y el interés por la exploración de la silueta humana finca sus mayores bases discursivas, la serie de esculturas “Aperture” se gestan bajo esta idea y parecieran ser una sugerencia para mirar al interior, al interior de nosotros mismos. Obras con un gusto cromosomatico, celular. Al mismo tiempo, Gormley retoma el estudio de la postura en su obra pero con la ayuda de una absoluta abstracción geométrica, los cubos, materiales e inmateriales dominarán su trabajo. En “Clasp III” de 2010 tenemos una silueta humana de pie que se encuentra reposando los brazos diluidos en formas geométricas por detrás de su cabeza. La formas fluyen con una riqueza imaginativa que nos impiden olvidar lo humano que es. En “Border III” de 2011, el hombre plano se encuentra recargado mientras que de su mano y pies surgen proyecciones lineales de su itinerario plástico, las cuales, de pronto le adjudican tridimensionalidad. Un guiño escultórico a la instalación.
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| Antony Gormley - "Aperture X", 2010.
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| Antony Gormley - "Aperture XVII", 2011.
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| Antony Gormley - "Clasp III", 2010.
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| Antony Gormley - "Border III", 2011.
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En el mismo 2010 surgen “Show”, “Sprawl”, así como “Hinge” en 2011 donde Gormley juega, como en “Border III”, con una extensión de la estructura central a lo largo del espacio, extensiones que liberan y equilibran la composición, además aparece una nueva textura visual en sus obras: los tonos sepias vinculados al metal en oxidación.
En años subsecuentes, la materialidad regresará y las posturas meditativas serán más fuertes que nunca. El trabajo será cada vez más conciso en su bloque de construcción. Serán más frecuentes las interpelaciones sobre la libertad y la conciencia. Los cuerpos dejarán de desgranarse y se solidificarán en bloques que simulan los rastros de lo que es el ser humano. Se vuelve a la exploración del movimiento contenido en la postura del cuerpo. Habrá bloques de materia y reflexión.
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| Antony Gormley - "Show", 2010.
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| Antony Gormley - "Sprawl", 2010.
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| Antony Gormley - "Hinge", 2011.
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En 2012 aparece “Contract IV” que nos recuerda el antiguo dilema de “Plateau” de 1985. Las posiciones de los cuerpos esculpidos se repetirán en los años siguientes pero bajo una morfología estructural distinta. La experimentación se intensifica, desde posturas que se abstraen en contención física, hasta ligeros guiños de movimiento de cuello y rostro que junto a la construcción cubista despiertan un flujo continuo de ritmos visuales. La serie de esculturas “Cotch” de 2012 y las llamadas “Relief”, “Slump”, “Splay”, “Stretch” y “Ward” del mismo año juegan bajo esta idea compositiva.
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| Antony Gormley - "Contract IV", 2012.
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| Antony Gormley - "Cotch IX", 2012.
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| Antony Gormley - "Cotch VI", 2012.
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| Antony Gormley - "Cotch X", 2013.
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| Antony Gormley - "Relief", 2012.
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| Antony Gormley - "Slump", 2012.
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| Antony Gormley - "Splay", 2012.
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| Antony Gormley - "Stretch", 2012.
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| Antony Gormley - "Ward", 2012.
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Este cambio lo llevará a utilizar los vacíos dejados en una traza cuadricular en combinación con planos de metal, una fusión en convivencia estética entre lo mostrado en “Clasp III” y sus nuevos trabajos. Ejemplo de ello tenemos “Open Wrench” de 2014, “Open Heed” y “Open Stall” de 2015. Siempre sujeto a la contemplación desde la ocupación del espacio, continuará en 2016 con la estilización de su geometría de la quietud humana, aparecerán “Open Home II” y “Pose 2016”.
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| Antony Gormley - "Open Wrench", 2014.
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| Antony Gormley - "Open Heed", 2015.
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| Antony Gormley - "Open Stall", 2015.
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| Antony Gormley - "Open Home II", 2016.
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| Antony Gormley - "Pose", 2016.
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No obstante, después del interesante periodo anterior, en 2017 las esculturas comienzan a simplificarse. Se pasa de la presencia, a la silueta con construcciones que evaden la materialidad y simulan una frágil fortaleza. Se vuelve más minimal que nunca: el cubo y los planos desaparecen, recurriendo de nuevo a la línea, pero no con la espinosidad del principio de los 2000’s, sino con un principio de ordenación para llegar a las versiones más simples de la postura humana. “Broken Mean” y “Broken Mean II” se envuelven en este discurso para después en “Scaffold II” comenzar a ventilar su nueva propuesta compositiva, que a base de líneas que se entrelazan llenan espacios y crean vacíos que construyen sus siempre encubiertas siluetas abstractas de la conciencia humana.
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| Antony Gormley - "Broken Mean", 2017.
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| Antony Gormley - "Broken Mean II", 2017.
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| Antony Gormley - "Scaffold II", 2017.
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Nuestra retrospectiva ha abarcado la obra escultórica de Gormley, dejando de lado la interesante trayectoria que en cuanto a instalaciones el artista ha desarollado, tema que muy probablemente abordaremos en algún otro momento del tiempo.
Antony Gormley es miembro de la Real Academia de Artes de la Gran Bretaña desde 2003, entre otros reconocimientos, le fue otorgado el Turner Prize en 1994 y es ha sido distinguido como Doctor honorario para la Universidad de Cambridge.
